miércoles, 20 de julio de 2011

Miércoles 20 de julio

Estaba hablando con un mi otra parte, Kaia. Me dijo que en verdad está convencida  esta vez y que sabe lo que quiere hacer. Repitió (como siempre, porque es un disco rayado), que tiene que pensar el modo, es decir, las acciones que le van a dar forma a ese motivo "que resalta entre tanto ambiente viciado que recorre en sus caminos, todos los días", etc.
Es una nena boba, piensa que lo que busca es algo nuevo. Y no! Se lo dije, no me quiso escruchar, "eso no es nuevo, es lo mismo de siempre, es lo que tenías y perdiste, es lo que tenés que dejar atrás". Me enoja; eso logra. Y me contesta, hablándome del amor y otro par de giladas abstractas. Creo que en realidad lo que quiere hacer es arrastrarme con su chamuyo y hacer que me pierda en el camino que van conformando sus palabras, transformadas ahora en relato. Al menos no me miente, pero así lo preferiría.
-Vos decís que no es algo nuevo, un sin sentido y que es la misma estupidez que hago siempre, todas las putas veces, que lo único que cambia son los actores, y algunos detalles dentro de las situaciones. Siempre me recomendas que siga adelante en los días, que camine (de alguna forma) el calendario. ¿No lo ves? Lo estoy haciendo! No, no y no. No es lo mismo, es el mismo, pero es nuevo, lo siento hoy, no lo sentía ayer. Me hace bien, me gusta, igual que los detalles; son lo único que me importa. Es un plan que no ideé, simplemente se presentó y es rojo y, también, negro. No importa, me chupa un huevo la razón, la tuya, la mía y la de todos: mi deseo es felicidad y la única cosa que voy a hacer es ser feliz- dijo [no necesitaba nada más].

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