De repente la inesperada voz
me pone fuera de mi blanda holgura,
me deja resbalando en el veloz
tobogán que precipita la cordura.
Y yo, que no tenía previsto andar
ninguna senda lejos de mi huella,
descubro que he sido arrojado al mar,
lanzado como piedra a las estrellas.
A ver los claroscuros del amor,
la suma de toda la maravilla...
1 comentario:
te amoooo!!! gracias por todooo:)
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