domingo, 15 de junio de 2008

LXVI

NO TE QUIERO SINO PORQUE TE QUIERO
y de quererte a no quererte llego
y de esperarte cuando no te espero
pasa mi corazón del frío al fuego.

Te quiero sólo porque a ti te quiero,
te odio sin fin, odiándote te ruego,
y la medida de mi amor viajero
es no verte y amarte como un ciego.

Tal vez consumirá la luz de Enero,
su rayo cruel, mi corazón entero,
robándome la llave del sosiego.

En esta historia sólo yo me muero
y moriré de amor, porque te quiero,
porque te quiero, amor, a sangre y fuego.




Ya quisiera ser yo la Matilde Urrutia de algún Pablo Neruda.

No hay comentarios: