Las cosas no andan muy bien, lo sé, todos lo sabemos, pero eso no quiere decir que estés mal. Mi amor, estás hermosa, hasta el hospital te queda hermoso.
Nosotros, tus amigos y tu familia, estamos al rededor tuyo nada más que para ayudarte, pasito a pasito y cuando te decidas a animarte a dar el gran paso.
Lo único que te pido es que no llores, que me sonrías, que me acaricies la mano de la misma forma que lo hiciste hoy, que me pidas que te bese... Me haces feliz, que abras los ojos me hace bien, me tranquiliza, me da ganas de salir corriendo y gritando... ¿Te das cuenta que si vos estás bien yo también sonrío? Mamá, Pilo, Viky, ¡todos!
Por eso, no te deprimas, y no te quedes sin ganas de continuar.
Victoria, perdón, te amo mucho, y disculpame por no poder estar con vos...
Hay que ser fuerte.